FERNANDO SALMERÓN
“El
programa pedagógico que propone José Ortega y Gasset se halla resumido en un
artículo titulado “La pedagogía social
como programa político”. La idea central de este artículo es que la educación
debe transformar a la sociedad tomando como eje la cooperación en el trabajo.
Lo que debe buscar la educación es formar individuos con conciencia del
significado de su trabajo en la empresa
común del hombre: la cultura en su sentido más amplio.
La
definición del hombre: ser hombre es participar de la cultura, que no es
patrimonio individual, sino colectivo. Por esto, toda educación, si es
verdadera, tiene que fortalecer la unidad social. Esta es la razón por la cual
Ortega defiende la idea de una escuela única y laica. La división de la escuela
, particularmente la división de una escuela para ricos y una escuela
para pobres, atenta en contra del derecho que tiene todo trabajador a recibir una
educación que lo dote de una conciencia
cultural.
La
sociedad debe avanzar hacia una igualdad en cuanto a la dignidad de las
personas, lo cual sólo puede realizarse
haciendo de cada hombre un ser que
participe conscientemente en la cultura”.
“La educación es un proceso social a través del cual los
individuos deben integrarse consciente y críticamente a la sociedad. Lo que posteriormente
considerará como el objetivo final de la
educación, la formación de profesionistas con conciencia crítica. Asimismo
impulsar la investigación como el único
medio para garantizar la transmisión de conocimientos en desarrollo y la asimilación de una
herencia cultural viva. Desde entonces sostiene la exigencia de poner la
educación al servicio del hombre y de sus ideales, en lugar de sucumbir a meros
criterios de rendimiento. Lo que más llama la atención, es su insistencia en dirigir
la educación y cultivo de habilidades que cristalicen en el trabajo, entendido éste
como el lugar en el cual, puede lograrse la unidad social a la que debe aspirar
la educación”.
“La tarea
docente se fortalece con la investigación, la educación debe concentrarse más en los métodos de
trabajo que en la transmisión de información, lo cual sólo se puede lograr, en
el caso de las ciencias y las
humanidades, si los profesores están familiarizados con la investigación. Pero,
hay un motivo más elemental que el
anterior: la necesidad de actualización en cuanto a los conocimientos que se están transmitiendo. En una
sociedad que depende de los avances de
la investigación, la educación no puede desligarse de ésta sin correr el riesgo de caer en una repetición estéril de
contenidos obsoletos”.